En 1955, Frederic Marès dedicó esta sala a la fotografía en un contexto en el que los museos aún no mostraban mucho interés por esta técnica de reproducción. En este sentido, se convirtió en uno de los precursores de la conservación y difusión del mundo de las imágenes. Para Marès, preservar estos objetos era también una forma de evocar el pasado.

La sala reúne un conjunto de retratos realizados con las primeras técnicas fotográficas: daguerrotipos, ambrotipos y ferrotipos, un conjunto de imágenes de artistas catalanes y vistas de Barcelona que recuerdan espacios hoy desaparecidos o profundamente transformados, y un conjunto de cámaras y accesorios fotográficos de diversas cronologías y formatos, entre los que destacan las dos grandes cámaras de taller situadas en el centro de la sala.

También grandes retratos ovalados, retocados con la técnica del retrato de crayón , and a showcase of albums that remind us of the presence of photography in the bourgeois house of the 19th century. Destaca la colección de cientos de retratos en formato tarjeta de visita y en técnica de albúmina que llenaban los álbumes familiares, testigos de la moda de la segunda mitad del siglo XIX.

Colecciones  

Colección de daguerrotipos