En esta pequeña sala se expone una curiosa colección de jarrones de conchas con cascabeles o globos de cristal. Estas composiciones formaban parte de la decoración interior de las casas acomodadas catalanas del siglo XIX, dispuestas en salones o estancias más privadas, sobre mesas o cómodas, casi siempre se presentaban en pareja y muchas veces enmarcando una imagen religiosa.

Sobre una base de madera, los maceteros podían presentarse dentro de un jarrón o a partir de un tronco o rocalla, muchas veces con algún elemento decorativo: un barco, una dama o un marinero. Elaborados a partir de conchas, caracoles de mar, cangrejos, patas y cuernos de crustáceos, se fijaban a un alambre forrado con tela y finalmente se les aplicaba una capa de barniz incoloro que les daba un aspecto brillante. Los ramos tendían a ser esbeltos y vistosos y creaban verticilos de flores silvestres, margaritas, dalias, pasifloras o flores imaginarias.

Estos jarrones se han relacionado con el mundo laboral de las muchachas burguesas y con el entretenimiento de algunos marineros, y son habituales en diversas regiones del Mediterráneo, especialmente en Italia. En Cataluña abundaban en la costa gerundense -especialmente en la zona del Cap de Creus-; Llegaron a Barcelona procedentes del puerto menorquín de Maó.

Colecciones 

Colección de grabados comerciales.

Colección de tarjetas eróticas de cajas de cerillas.