Cinco acciones de resiliencia

El Departamento de Resiliencia Urbana se ha propuesto integrar toda la información funcional de la ciudad para prevenir o mitigar incidencias o accidentes que puedan tener un impacto negativo en el curso normal de la vida de los ciudadanos.

La integración ha permitido definir riesgos y realizar diagnósticos para emprender estrategias y proyectos que protejan las infraestructuras. He aquí algunos ejemplos de las acciones planteadas, ejecutadas o en proceso de desarrollo que se encuentran en el Plan de resiliencia de Barcelona.

© Dani Codina
La depuradora de aguas residuales de Sant Adrià.

Ciclo del agua

El plan estratégico ha previsto la ampliación de los depósitos de aguas pluviales. La red de drenaje no siempre puede absorber las lluvias torrenciales. Para evitar que el agua de lluvia rebose o genere tapones de barro se han construido depósitos para retenerla. Los depósitos, a la vez, evitan el vertido incontrolado al mar de los sedimentos y otros residuos de las lluvias torrenciales.

Con el almacenamiento del agua se regula el caudal que llega a las depuradoras y, así, una vez finalizado el episodio de lluvia intensa, se garantiza el tratamiento del agua que se devuelve a la red de drenaje antes de verterla al mar.

© Dani Codina
Conducciones subterráneas al descubierto durante las obras de mejora de la Diagonal.

Interferencias entre cañerías de gas y agua

En el barrio del Poblenou se vivió una incidencia grave en la que los vecinos se quedaron sin calefacción ni agua caliente por culpa de una filtración de agua en las cañerías del gas. Para responder a incidencias de este tipo, se ha establecido un protocolo entre el servicio de protección civil del Ayuntamiento y las compañías de servicios.

El procedimiento, que obliga a representantes de todas las compañías a reunirse en el lugar donde se ha producido una incidencia hasta determinar las responsabilidades, permite mejorar la capacidad de respuesta, el tiempo de restablecimiento del servicio y la coordinación entre servicios para evitar posibles errores en cascada.

© Dani Codina
El túnel de la Rovira.

Manual de explotación de túneles urbanos

El Departamento de Hábitat Urbano realizó una auditoría del estado de los túneles urbanos que permitió detectar un punto débil: la existencia de una multiplicidad de contratos con las empresas que los gestionan, lo que hacía prever que, en caso de accidente o avería, sería complicado atribuir responsabilidades y obtener respuestas y soluciones inmediatas, según el caso.

l plan de resiliencia ha previsto un cambio de modelo contractual que garantice un servicio integral para el mantenimiento y la operativa de los túneles, de modo que la gestión recaiga en una sola empresa y un solo mando. Para asegurar el correcto funcionamiento del modelo se ha preparado un borrador de manual de instrucción técnica para el diseño y la explotación de los túneles, que, entre otros elementos, recoge la normativa esencial en materia de seguridad, actualmente dispersa en diferentes decretos y directivas españolas y europeas.

Integración de la información funcional

El Departamento de Resiliencia de Barcelona, con la colaboración del Instituto Municipal de Informática, ha creado la llamada Situation Room, una plataforma de gestión de la información, actualmente en fase de desarrollo e implementación, capaz de procesar y visualizar diferentes tipos de datos. De los datos cruzados entre todos los servicios municipales y otros se origina una cartografía dispuesta en muchas capas, que permite saber por dónde circulan cañerías de gas y agua y redes de electricidad y telefonía. Desde el Centro de Control se trabaja con las compañías de servicios para mejorar la comunicación de los avisos cuando haya una incidencia. Se establece en cada caso una casuística para determinar la gravedad y un protocolo para transmitir la información pertinente.

Portada del sitio web de la Situation Room barcelonesa, plataforma de gestión de la información de los sistemas urbanos.

Hábitat Urbano prevé firmar un acuerdo con todas las compañías de suministro que han adquirido el compromiso de compartir una información de interés público. Cada compañía tiene su propio protocolo de comunicación con Hábitat Urbano en el que se fijan las condiciones concretas para comunicar un fallo en el servicio. Las compañías no se limitan a proporcionar mapas de sus redes, sino que también ofrecen información sobre la infraestructura de la red para facilitar la toma de decisiones en caso de que se produzca, por ejemplo, un socavón en una acera. Estos datos deben permitir cuantificar el número de usuarios afectados por una avería e identificar perjuicios en equipamientos sensibles (escuelas u hospitales) y en la movilidad en la vía pública.

Redundancia en las redes de suministro

Tubería que conecta los sistemas de aguas del Ter y el Llobregat a través de la sierra de Colleserola, entre las estaciones distribuidoras de la Trinitat (Barcelona) y la Fonsanta (Sant Joan Despí).

Una red de suministro en forma de malla es capaz de mantener el servicio gracias a la redundancia de sus elementos, aunque en un punto se vea afectada por un corte. En este sentido, se han llevado a cabo proyectos para garantizar el suministro de agua potable, como la interconexión de los depósitos de cabecera de las redes del Ter y del Llobregat o la planificación de las inversiones y las actuaciones en las diferentes cotas de presión para asegurar el abastecimiento a todos los puntos de la ciudad.

Otro ejemplo de redundancia en los servicios urbanos es el protocolo que se ha establecido para que, en caso de avería, la provisión de gas natural comprimido –el combustible que utiliza parte de la flota de autobuses y de los vehículos de recogida de basura– se pueda compartir entre sus respectivas empresas.

Bernat Puigtobella

Director de Barcelona Metròpolis

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