Cuarto de mujeres
Cuarto de mujeres
La Sala de las Mujeres es seguramente el mejor ejemplo de la voluntad de Frederic Marès de evocar las formas de vida del pasado, especialmente de la mujer burguesa del siglo XIX. El singular espacio, la tenue iluminación, la gran cantidad, diversidad y belleza de los objetos, nos permiten disfrutar de una atmósfera especial y emotiva que nos invita a realizar un insólito viaje en el tiempo.
Cientos de abanicos de diversas formas y materiales y para todas las ocasiones, guantes y bolsos de seda, cuentas de vidrio, pañuelos de crochet, encajes tipo almohada, peinetas y cintas para la cabeza, cajas bien decoradas para guardar objetos preciosos o íntimos, joyas como pendientes, colgantes y pulseras, una para cada ocasión - incluso para el duelo - como signo de recuerdo a través de los peinados de los seres queridos, como alfileres, frascos de perfume, porta-ramos y láminas de moda francesa, que permitieron que modelos a seguir se extendieran por toda Europa.
Asimismo, la sala acoge otras colecciones como retratos de burgueses; una serie de composiciones de tarjetas rasca y gana enmarcadas, llamadas tornas volteadas ; la colección de amuletos y sonajeros; la de tijeras de escribano; la de despabiladeras -tijeras para cortar las mechas de las velas-, o la de cascanueces y piñones, entre otras.
Colecciones
Colección de amuletos y sonajeros.
Colección de trabajos de cabello.