Orgull

Entre los meses de marzo y mayo de 2025, un grupo de 15 hombres gais, bisexuales, trans e intersex se han encontrado cada miércoles para hablar sobre temas como los roles de género, las masculinidades, las violencias o la sexualidad.

Lo han hecho con el apoyo y acompañamiento profesional de Hèctor González, trabajador del área de acogida del Centro LGTBI de Barcelona, y de Isaac Navarro, trabajador social y técnico en igualdad de género del Plural, centre de masculinitats.

Los dos han conducido el grupo desde una mirada horizontal y próxima, sin jerarquías y con un modelo híbrido entre la facilitación del grupo y la participación en primera persona.

Ahora, con el final de curso, facilitadores y participantes reflexionan sobre qué les ha aportado la experiencia de formar parte de este grupo, que partió de las vivencias concretas de los hombres GBTI, para responder a sus necesidades y demandas.

El primero que destacan es la gran diversidad del grupo, en el cual han participado hombres con diferentes edades, orígenes y trayectorias, con el objetivo de enriquecer las dinámicas y propiciar aprendizajes compartidos desde el intercambio de experiencias.

También se ha construido un espacio seguro, amable, cómodo y acogedor, en el cual los participantes han podido expresarse libremente, sentirse escuchados y cuestionar profundamente aspectos como los roles de género, las masculinidades, las violencias o la sexualidad.

Éstos cuestionamientos y preguntas han llevado a cambios tangibles en los participantes. Algunos de ellos destacan que han podido reflexionar más sobre la responsabilidad y la manera de hacerse cargo de sus acciones. Otros, han tenido la oportunidad de tratar temas que eran desconocidos, o que se vivían como tabúes. Y algunos también reconocen que el espacio los ha hecho reflexionar sobre el cuidado mutuo en las relaciones con los otros, y sobre la posibilidad de ser y mostrarse vulnerables.

Con cada encuentro, los participantes han ido identificando que existe una comunidad que puede estar unida en sus diversidades. Dicen que el espacio les ha permitido salir de su burbuja de vínculos para encontrar afinidades con otras personas. “Por primera vez doy sentido a la palabra que tantas veces utilizamos, y que este grupo define mejor que nunca: colectivo”, afirma uno de los participantes.

Algunos de ellos también afirman que en este “viaje personal” han surgido muchos aspectos que les han removido y que desean seguir trabajando en sesiones de terapia individual.

Una experiencia replicable con valor institucional

La experiencia del grupo GBTI demuestra que hacen falta espacios específicos para hombres GBTI dentro de las políticas públicas de igualdad y masculinidades. Con una mirada interseccional y el acompañamiento profesional adecuado, este modelo es perfectamente replicable y adaptable a otros contextos.

Por eso, tanto desde el Centro LGTBI como desde el Centro Plural se quiere dar continuidad a proyectos que pongan en valor las experiencias de los hombres GBTI y ofrezcan un espacio donde se puedan sentir escuchados, cuidados y apoyados, a la vez que también cuestionados.

“Personalmente y profesionalmente estoy muy contento de ver como una inquietud personal de poder revisarnos y darnos un espacio se ha convertido en un espacio institucional tan bien acogido por la ciudadanía. Ha sido una experiencia plenamente transformadora”, afirma Isaac Navarro, del Centro Plural.

Por su parte, Hèctor González, del Centro LGTBI, asegura que cada participante del grupo ha tenido un papel relevante desde sus personalidades diversas. “Todo el mundo ha aportado alguna idea u opinión que ha impactado en el pensamiento de los otros. Creo que a cada uno se le ha plantado una semilla, que esperamos que pueda brotar”.