¿Cómo nos afecta?
Reducir las emisiones es un compromiso global, pero los efectos de no hacerlo son locales. El análisis de los efectos del cambio climático sobre la ciudad de Barcelona los ha llevado a cabo el Servicio Meteorológico de Cataluña, centrándose en dos escenarios definidos por el IPPC en función del cumplimiento o no de los objetivos de reducción de emisiones planteados en París:
En el caso de Barcelona se prevé un aumento de temperaturas y una tendencia a la disminución de la precipitación:
Cabe destacar que el aumento de las temperaturas medias será mucho más acusado en verano. Según los resultados del proyecto RESCCUE, las temperaturas medias estivales podrían subir 3 °C en el escenario comprometido a finales de siglo, y 5,5 °C (con un máximo de 8,5 °C) en el escenario pasivo a finales de siglo. Por otra parte, en invierno también se esperan temperaturas más altas, de 1,5 °C y 3 °C más a finales de siglo para el escenario pasivo y para el comprometido, respectivamente. Este hecho comportará unos inviernos mucho más suaves que en la actualidad.
Los estudios desarrollados dentro del marco de este proyecto confirman la tendencia a la disminución de la precipitación. Aunque es un fenómeno con un alto grado de incertidumbre asociado, las modelizaciones realizadas prevén un descenso de un 15 % de precipitación a finales de siglo para el escenario comprometido y que podría llegar a disminuir hasta un 30 % a finales de siglo para el escenario pasivo. Esta disminución de recursos hídricos se podría ver agravada por el aumento de los vientos (hasta 0,5 m/s) y de la evapotranspiración de las plantas (entre un 14 % y un 27 %), hechos que reducirían la disponibilidad de agua en las cuencas aportantes.
El cambio climático no afecta a todo el mundo por igual
La pobreza y la desigualdad reducen la capacidad humana para afrontar el cambio climático, ya que la mayoría de las opciones de adaptación dependen de los recursos disponibles. Las sequías, inundaciones, olas de calor y otras consecuencias del cambio climático afectan más a quienes menos capacidad tienen de anticiparse a los riesgos y de recuperarse, posteriormente, de los daños.
El cambio climático es injusto, también en Barcelona. La población de Barcelona es especialmente vulnerable ante el cambio climático, dada su ubicación geográfica en el Mediterráneo y por tener una población muy envejecida y un porcentaje muy alto de personas en situación de pobreza energética.
Por ello, aparte de abordar la reducción de emisiones, es necesario implementar medidas de adaptación y justicia climática. Los retos para hacer frente al cambio climático pasan no solo por proteger y restaurar los ecosistemas, o cambiar las fuentes energéticas, sino también por fortalecer la justicia social, reducir la desigualdad y la pobreza, y garantizar medios de vida dignos para toda la población.
El cambio climático afecta a la salud y la calidad de vida, pero no afecta a todo el mundo de la misma manera. Factores como el estado físico, la salud, la edad, el género, la situación socioeconómica o las condiciones de los entornos donde vivimos y trabajamos condicionan el posible grado de afectación derivada del cambio climático.