Víctor Bautista, bits para mejorar la vida de los diabéticos

© Albert Armengol
Víctor Bautista, creador de la aplicación Social Diabetes

Hace dos años y medio Víctor Bautista supo que sufría diabetes mellitus. A partir de ese momento, su vida cambió por completo. Bautista se vio de pronto dependiente de la insulina, una sustancia que su cuerpo no podía crear y cuya ausencia le impedía regular el nivel de azúcar en la sangre.

Su día a día pasó a ser un control continuo de lo que comía, de cuándo lo comía y de los periodos que pasaba sin ingerir alimentos. Como tantos otros diabéticos, se veía obligado a inyectarse la insulina a periodos fijos, pero también a contabilizar los hidratos de carbono que ingería con cada alimento, lo que al final provocó que, para no complicar los cálculos, la alimentación se convirtiera en algo monótono.

Pero Víctor, lejos de hundirse, supo sacar partido de su profesión de informático para mejorar la calidad de vida de los diabéticos. Decidió crear una aplicación para el sistema operativo móvil Android que le permitiera calcular con facilidad las calorías por gramo de cada tipo de alimento que se disponía a ingerir y la llamó Social Diabetes.

De este modo podía hacerse una idea clara de los hidratos que ingería cuando iba a un restaurante y elegía un determinado plato, lo que le permitía adaptar la dosis de insulina en función del menú. Esta primera propiedad de Social Diabetes le dio mucha más libertad social para salir a comer o cenar con su mujer y sus amigos, pero no fue la única: la aplicación permite, además, programar un sistema de avisos para saber a qué horas hay que administrarse las inyecciones, así como la cantidad de hidratos ingeridos al día.

Esta última función es bastante importante, porque evita las hipoglucemias nocturnas, causadas por el hecho de irse a dormir con bajos niveles de azúcar en sangre, algo sumamente peligroso. Si el diabético se va a la cama con una ingesta de azúcar insuficiente, Social Diabetes le avisa y le dice qué tipo de alimento tiene que comer antes de irse a dormir.

Víctor se asoció posteriormente con una antigua compañera de carrera para lanzar la aplicación como negocio. Crearon una versión de pago y otra gratuita más sencilla para móviles y tabletas, que se ha descargado más de once mil veces y ha sido traducida a ocho idiomas. Pero lo más interesante es que, según cálculos de Bautista, el uso de Social Diabetes podría ahorrar a la Administración hasta 1.500 euros por paciente en gastos de hospitales, ambulancias, etc. En el año 2012 la Unesco les otorgó el premio WSA – Mobile Content a la mejor aplicación de salud, que recogieron en enero pasado en Abu Dabi.

Jordi Sabaté Martí

Analista tecnológico del diario Ara

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