Los mercados, una cultura alimentaria

Mercat Boqueria 1907

© Frederic Ballell / AFB
Entrada al mercado de la Boqueria desde la Rambla, en una imagen tomada entre 1907 y 1908

Barcelona tiene una tradición de mercados que se remonta al siglo XIX. La irrupción de los supermercados y las grandes superficies puso en peligro su continuidad, pero la renovación arquitectónica y la apuesta decidida por el producto fresco han preservado el modelo. A día de hoy, la ciudad dispone de cuarenta mercados que atienden a cerca de sesenta millones de visitas anuales y se erigen, en conjunto, en la primera empresa de venta de alimentación fresca.

Los mercados, que se han distinguido por la variedad y la calidad de los productos y por el trato personalizado a los clientes, son actualmente uno de los tres servicios mejor valorados por los barceloneses.

[Vídeo en catalán]

En las siguientes páginas nos proponemos revisar la evolución de esta tradición comercial y alimentaria. Manuel Guàrdia y Marçal Tarragó sostienen que la cristalización de la cocina catalana y mediterránea ha ido de la mano de la consolidación de nuestro modelo de mercado. La periodista Trinitat Gilbert y la cocinera Ada Parellada, por su parte, describen sus valores: la preferencia por los productos de proximidad, frescos y saludables; la relación de confianza que se establece con el paradista; la constitución del mercado como eje central del barrio, punto de encuentro y socialización, sobre todo para la gente mayor; el fomento de unos hábitos alimentarios saludables. Finalmente, Joan de Déu Domènech, historiador, escritor y gastrónomo, aventura un examen prospectivo con unas gotas de escepticismo.

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