Tecnologías que mejoran la logística y los desplazamientos

La dimensión smart del puerto empieza por convertir cada gesto en información de valor. Ya hace más de quince años que el puerto de Barcelona aplica iniciativas pioneras que han permitido generar servicios más eficientes y competitivos y con un impacto ambiental más bajo. Conseguir una mejor planificación de la movilidad con el uso de las tecnologías inteligentes es también uno de los grandes retos actuales del gestor del transporte metropolitano.

© Oriol Malet

Cada día, en las terminales del puerto de Barcelona entran de 1.500 a 1.800 camiones para cargar y descargar mercancías. Esto implica el trabajo de unos 20.000 trabajadores. Orquestar todas las operaciones que se entrecruzan en todos y cada uno de estos tráficos de forma rápida y eficiente requiere de mucha inteligencia colectiva. Las tecnologías de la información son una pieza fundamental. Ya hace más de quince años que Port de Barcelona aplica iniciativas pioneras que han permitido generar servicios más eficientes y competitivos y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental.

La dimensión smart del puerto empieza por convertir cada gesto en información de valor. “Sensorizar los movimientos es la mejor manera de identificarlos e integrarlos”, explica Catalina Grimalt, directora de sistemas de información de Port de Barcelona. Cuando llega un camión, un sensor lee la matrícula. Esta operación, sencilla a primera vista, que dura un segundo, permite integrar y recuperar toda la información relacionada con el vehículo. “El Port Community System es un sistema de mensajes inteligentes que sustituye muchos de los trámites de antes. Operaciones que tardaban minutos ahora son instantáneas, lo que permite reducir las colas y las esperas y también, por lo tanto, las emisiones de CO2”, añade Grimalt. Antes, toda esta operativa devoraba mucho tiempo y papeleo, pero desde hace un tiempo ha bajado drásticamente el gasto de papel. Todavía hay otro beneficio: las cámaras que leen las matrículas están conectadas directamente con la Guardia Civil.

La sensorización del espacio también resulta útil para prever los temporales. “Un sistema de sensores y algoritmos permite adelantarse en 24 horas a cualquier inclemencia. Esto facilita la logística del traslado de las embarcaciones a otros puertos, cosa especialmente importante desde el punto de vista de la seguridad en el caso de los cruceros: ante un vendaval podemos llevar el crucero a un lugar más seguro”, explica Grimalt. Por el puerto de Barcelona pasan cada año 2,6 millones de cruceristas.

El puerto también dispone de un sistema que, mediante la detección de los móviles, permite reunir datos sobre la cantidad de personas presentes y su situación. Por otra parte, desarrolla un proyecto para recoger las señales de los barcos que pasan –radar y AIS– para prever incidentes.

La eficiencia y el ahorro que comporta esta gestión de la información también se traducen en una mayor competitividad ante otros puertos. “Son servicios que benefician a las personas y que también nos llevan a ser más eficientes y competitivos –afirma Jordi Torrent, jefe de estrategia de Port de Barcelona–. Gracias a las TIC, podemos disponer de todo tipo de informaciones, que después ponemos a disposición de nuestra gente. Son indicadores que pueden ser útiles para los proveedores y que se incorporan al Efficiency Network, la marca de calidad para los operadores especializados en mercancía por contenedores”.

Calcular la huella ecológica

Exportar un contenedor desde Ginebra, Suiza, a Yeda, Arabia Saudí, vía puerto de Barcelona, incluyendo el transporte por el suelo –camión y ferrocarril– genera 910 kilos de emisiones de CO2. Si este mismo contenedor viajara desde Amberes, uno de los puertos competidores de Barcelona, las emisiones serían mucho mayores, de 1,5 toneladas. Es decir, que el transporte a través del puerto de Barcelona supone un ahorro de un 41 % en las emisiones de CO2 y, por supuesto, de combustible.

Este cálculo lo hace posible la Ecocalculadora, una herramienta en línea libremente accesible en www.portdebarcelona.cat/ecocalculadora, que facilita datos exactos sobre la huella ecológica de cualquier mercancía. Presenta las rutas sobre Google Maps y genera un informe que facilita la elección.

Más allá del impacto ambiental, la herramienta muestra que el puerto de Barcelona es muy competitivo y eficiente, sobre todo como puerta de entrada a Europa desde Asia. Una mercancía de China con destino al centro del continente europeo requiere tres o cuatro días menos de navegación si se descarga en Barcelona.

La apuesta de TMB por facilitar el movimiento de las personas

© Vicente Zambrano
La estación de metro de Universitat se convirtió durante el Smart City Tour (noviembre de 2013) en una smartstation que incorporaba las nuevas tecnologías al servicio del usuario.

Paradas de autobús que interpretan los gustos de los usuarios, les ofrecen publicidad a medida e, incluso, permiten hacer compras con el smartphone. Un espacio de videoconferencia en las estaciones de metro donde comunicarse cara a cara con personal dedicado a su atención. Y esté donde esté el usuario, aplicaciones con las que planificar rutas, horarios y tener noticia de los imprevistos. Son solo algunos de los servicios en que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) trabaja como pieza clave en la configuración de la ciudad inteligente. Otros servicios  como la información en tiempo real a través de pantallas ya están presentes.

Cada día casi dos millones de personas se mueven por Barcelona en transporte público. El peso del transporte en las interrelaciones de los ciudadanos es muy grande y la información es clave para favorecer el movimiento diario de las personas. “Por este motivo las políticas de atención al cliente son muy importantes; tenemos la obligación de buscar soluciones –afirma Jordi Nicolás, director ejecutivo de Presidencia de TMB, entidad que en el año 2008 desarrolló el primer plan director de tecnologías–. Entonces se sumaron la crisis y la emergencia de las nuevas tecnologías. Teníamos que reducir gastos en comunicación y la introducción de estas medidas ha hecho que gastemos cinco veces menos, y también sabemos, por las encuestas que hemos hecho, que la satisfacción de los usuarios ha aumentado”.

En la Zona Franca y en la Sagrada Família se sitúan equipos de profesionales dedicados exclusivamente a la gestión de todos los canales de comunicación. Desde MouTV, con 1.800 pantallas, hasta las redes sociales –60.000 personas siguen TMB en Facebook y en Twitter– o los códigos QR. “Son una buena herramienta para recoger y monitorizar la opinión de los usuarios –explica Mònica Jiménez, responsable de atención e información digital de TMB–. Creemos que en un futuro mucha de esta información pasará por el móvil, desde la que puede ofrecer una smartquesina hasta las aplicaciones”.

Las paradas de metro y autobús ya cuentan con dispositivos para anunciar el tiempo de espera. Las aplicaciones para móvil TMB Maps y TMB Virtual cuentan ya con más de 300.000 descargas. Se ha dado un gran paso adelante al crear TMB Open Data, un espacio que pone los datos de transporte de la ciudad a disposición general, un hecho de especial interés para los profesionales de las nuevas tecnologías.

Mònica L. Ferrado

Periodista científica. Responsable de ciencia del diario Ara

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