Las colles de bastoners son los grupos de danzantes que ejecutan los bailes de bastons. Esta danza, entendida como un conjunto de bailes que usan un bastón o dos golpeándolos al ritmo de la música, se encuentra extendida por todo el Mediterráneo y toda Europa, con particularidades definidas en cada lugar.

No hay acuerdo entre los estudiosos para fijar la procedencia de esta danza. Algunos opinan que es de origen griego; otros, que hay que remontarse a antiguos ritos agrarios prehistóricos; pero la teoría más extendida apunta a los bailes de espadas como origen posible.

En Catalunya la primera referencia documental conocida de un baile de bastons es del siglo XII. Concretamente, de 1150, en el banquete de bodas de Berenguer IV con Petronila de Aragón, en el que se representó un baile de bastons. Ignoramos si esta danza era tal como la conocemos hoy, pero lo podemos considerar un antecedente inmediato.

Los bailes de bastons narran en forma de danza la lucha entre dos bandos, que se distinguen por los colores del faldellín y del pañuelo.

Si bien en el origen eran ejecutados solo por hombres, a partir de los años sesenta del siglo XX fueron incorporándose mujeres, y hoy prácticamente ha desaparecido la característica sexista de épocas pretéritas.

Actualmente, el baile de bastons puede considerarse como la danza más extendida en el territorio catalán. Hay más de cincuenta colles y grupos asociados a la Coordinadora de Ball de Bastons de Catalunya.

En Barcelona, donde la actividad bastonera es intensa, actualmente existen once colles activas, integradas en la territorial barcelonesa de la coordinadora. Cada 24 de setiembre organizan la Mañana Bastonera, un espacio festivo propio de este ámbito dentro de las Fiestas de La Mercè.