La Flama del Canigó es un ritual cada vez más arraigado y popular. Se mezcla con la celebración de San Juan para evocar la identidad de las tierras de habla catalana.

A punto de acabar el año, los genios proliferan más que en ninguna otra fecha. De toda la trepa, el Home dels Nassos es el más misterioso y desconocido.

El muérdago, el acebo y el rusco son las tres plantas silvestres más empleadas en Navidad para ornamentar el pesebre o el hogar.

Los pastorcillos son una representación navideña muy antigua, con orígenes en los dramas medievales que se representaban en los oficios de la víspera de Navidad.

Leyendas y relatos imaginarios en parte, sabemos que la tradición de obsequiar con rosas las enamoradas por Sant Jordi viene de lejos.

El tió es el elemento central de uno de los rituales navideños más vivos que conservamos: golpear un tronco para que cague obsequios.

Los villancicos son canciones tradicionales que hacen referencia al ciclo navideño o al invierno en general.

La Carassa es una figura ligada a las celebraciones navideñas, representa un sarraceno y tiene la boca bien abierta, preparada para sacar confites.

La tradición dice que el 23 de abril los hombres regalan rosas a sus enamoradas y ellas corresponden con un libro.

La literatura carnavalesca se expresa a partir de bandos, sermones, testamentos y discursos con un alto componente paródico.