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Maria Lluïsa del Rio Jové: “En el Teatre Grec estoy en casa”

ENTREVISTA
Maria Lluïsa del Rio Jové es una de las espectadoras más fieles del Grec Festival de Barcelona. Tiene 78 años y hace 45 que ve tantos espectáculos como puede. Más de media vida. Al contactar con ella, no recordaba exactamente el año de su debut, solo que era a principios de julio, que actuaba Paco de Lucía y que hacía “un frío tremendo”. Pero las hemerotecas lo saben todo y podemos documentar que fue en 1980, en el Teatre Grec, con el espectáculo El flamenco de siempre, de De Lucía y Ramón de Algeciras. Con esta entrevista rendimos un homenaje al público del festival que, como ella, demuestra su vínculo o su pasión edición tras edición.
¿El Griego es un imprescindible en tus veranos?
Nunca me lo pierdo. Desde hace muchos años, el mes de julio nunca he querido tener nada para dedicarme única y exclusivamente al Grec. Al resto de lugares ya voy durante el año… Trato de tener días desocupados para asistir al máximo de espectáculos posible.
Cuando trabajaba madrugaba mucho. Me levantaba a las seis y ¡recuerdo pedir que avanzaran la hora de los espectáculos y todo!
Eres una de las espectadoras más asiduas. ¿Te podemos llamar “superespectadora”?
Soy una espectadora más. Los que me conocen ya saben dónde estoy.
¿Cuál es tu asiento ideal?
No me gusta sentarme en la última fila. Si no, no iría. Me siento en la fila 3 del Teatre Grec. En la primera, no, porque es de piedra, y en la segunda, tampoco, porque tocas la piedra de abajo. En la tercera. Y en la punta izquierda, porque era más baratito hasta que se ha unificado el precio.
¿Compras las entradas en cuanto se ponen a la venta?
Generalmente sí, el primer día. ¡Me he pasado muchas horas, en la Virreina! Ahora lo hago por internet y esa misma mañana, si es posible.
¿Puedo hacer una queja? El día de la inauguración, las entradas disponibles son a partir de la fila 10 u 11 porque hay muchas invitaciones de compromiso. Yo, que pago mi entrada y no he pedido nunca ninguna invitación, quiero sentarme en la parte redonda del escenario y no puedo…
Sugerencia recogida. Por cierto, ¿te parecen cómodos los asientos del Grec?
Subo y bajo mi cojín. Hace 30 o 40 años había asientos de piedra. Luego pusieron cojines (en la primera fila todavía están). Más tarde, cambiaron el resto de asientos por sillas de plástico. Eran rojas y estrechas, ¡no cabíamos! Ahora son grises y más anchas, pero mejor no agarrarse a ellas. Ya lo dicen, ¡los escalones cada vez son más altos! (se ríe).
“La mayoría de la gente es la misma año tras año. Son familia. Siempre me dirijo a quien conozco para decirle: ‘¡Feliz festival!’. Y cuando termina: ‘Que tengáis un buen invierno y hasta el año que viene’”
¿Cómo eliges la programación?
Voy al Grec Montjuïc. Primero, siempre, elijo lo que hacen en el Teatre Grec. Después, lo que hacen en el Mercat de les Flors, en el Teatre Lliure y en el Institut del Teatre. Los espectáculos internacionales están sobre todo en el Lliure. Como no me iré fuera a verlos, trato de verlos cuando vienen aquí.
Siempre he seguido mi criterio. También valoro tener una butaca asegurada. Si tengo que estarme de pie o hay cola, me voy.
¿Qué significa para ti el Teatre Grec de Montjuïc?
En el Teatre Grec estoy en casa. La mayoría de la gente es la misma año tras año. Son familia. Siempre me dirijo a quien conozco para decirle: “¡Feliz festival!”. Y cuando termina: “Que tengáis un buen invierno y hasta el año que viene”. Tal cual.
Y después, ¿paseas por los jardines, te tomas una copa...?
Después de todo lo que he subido, lo que quiero es sentarme. Sí, y pasear. Tampoco hay muchas oportunidades para subir sola. Y cuando ya está, descanso y sigo escaleras abajo.
Al festival, ¿vas sola o acompañada?
Sola. Alguna vez he ido acompañada, pero generalmente cuando lo digo a todo el mundo, la gente primero dice que sí, que quiere venir, pero al final se echan atrás. “Es que es muy tarde...” o “Es que vale mucho dinero...”, responden, y luego se compran el último modelo o van de restaurantes. En cambio, mi dinero es para la cultura (sin dejar de lado lo que es necesario, claro).
“Si puedo, en un mismo día encadeno dos espectáculos. Por ejemplo, cuando están en el Mercat y en el Teatre Grec, los enlazo. Y si no combinan, pero en el teatro hay un concierto, ya llegaré”
¿Qué géneros escénicos te gustan más?
Primero de todo, el circo, que hay poco. Luego, la danza. Lo que menos me atrae es el teatro de texto, porque me cuesta más la audición...
¿Cómo es que te atraen tanto el circo y la danza?
El circo porque me llevaron de muy pequeña. Siempre se instalaba un circo en una plazoleta en ronda de Sant Pau; ahora se llama de Folch i Torres.
¿Cuántos espectáculos puedes llegar a ver en un Grec?
Entre 30 y 40. Porque además del Grec Montjuïc cuento lo que el Grup Focus ofrece adherido al Grec. Como soy abonada, voy mucho a los cuatro teatros: Romea, Goya, Condal y La Villarroel. Y también, si hay algo internacional, al Nacional.
Si puedo, en un mismo día encadeno dos espectáculos. Por ejemplo, cuando están en el Mercat y en el Teatre Grec, los enlazo. Y si no combinan, pero en el teatro hay un concierto, ya llegaré. Pero no dejo de hacerlo, porque estoy allí. Hay que aprovechar.
¿Durante el año también vas tanto al teatro?
Durante el año veo casi todo lo que hacen en el Nacional y en el Mercat de les Flors, la mitad de lo que hacen en el Lliure, mucho del Auditori, del Liceu, poco y barato (voy arriba del todo), los teatros de Focus... Todo esto son es mucho dinero.
¿De dónde te viene esta afición? ¿Tu trabajo estaba vinculado a las artes escénicas?
Era administrativa. Boli en mano, de aquella época. No con ordenador, como ahora.
“Lo veo en el Grec y, si me ha gustado, lo vuelvo a ver en temporada. Me gusta repetir, sí”
¿Has practicado alguna vez la danza o el teatro amateur?
No, no. Me da mucha vergüenza. De palabra soy la más charlatana, pero ante el público, no. Quizás el tema de la danza viene de cuando había un esbart —una asociación de danza tradicional catalana— delante del colegio y el profesor me dejaba ensayar, pero nunca bailé en público porque mi madre no me quería hacer vestidos. Se preocupaba de que tuviéramos un plato en la mesa...
¿Te hubiera gustado bailar?
Sí. Ahora la emoción la siento al ver bailar. Sobre todo en el Mercado, donde la música suena muy bien y si bailan en grupal, sin ni un milímetro de diferencia entre los bailarines; ¡no cuando bailan paseando como si fueran por la Ciutadella! El espectáculo de las sillas Minus 16 de IT Dansa lo he visto cuatro veces.
¿Repites obras a menudo?
Durante el Grec, no. Pero después, ¡sí! Siempre pido que me digan qué harán durante la temporada para no perderme nada, pero nunca doy con la respuesta. Entonces lo veo en el Grec y, si me ha gustado, lo vuelvo a ver en temporada. Me gusta repetir, sí.
¿Qué esperas que te ofrezca este año el Grec?
Circo, porque no he visto en todo el año. Hace tres o cuatro años vinieron unos de Marruecos que hacen unos pilares de uno... ¡que déjate tú de nuestros castellers! Y también danza, internacionales y lo que me propongan.
¿Tienes algún ritual, antes o después de ver un espectáculo?
Siempre pienso que antes de entrar leeré la sinopsis, pero ya no hay programas de mano y entonces lo miro en el móvil. Pero si voy acompañada, cero. No lo puedo hacer y lo busco después. Me gusta mucho saber de dónde es la compañía, dónde se han formado y ver a la gente que interviene. Y si al terminar me quedo, les felicito.
Muchas gracias, Maria Lluïsa. A partir de ahora te buscaremos en la izquierda de la fila 3 para desearte un buen Grec.
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