Proyecto artístico

Leticia Martín Ruiz se hace cargo de la dirección artística del Grec Festival de Barcelona, este año 2025, con un proyecto que busca encontrar nuevos públicos y fórmulas para continuar haciendo crecer no solo las cifras de espectadores, sino el impacto del Grec en el conjunto de la ciudad.

El proyecto para los próximos años se centra en la idea de convertir Barcelona en una ciudad-festival durante el mes de julio, potenciar la presencia de las artes escénicas en los espacios públicos y vincular las propuestas que se presentan con el mundo de nuestros días y las temáticas que más presentes están en nuestro tiempo: desde el ego y ese miedo que tanto marca el mundo de hoy, hasta conceptos como la colectividad, la identidad, el cambio y el conflicto o la justicia. Todo ello con la tecnología, la naturaleza y el cambio como cuestiones de fondo. El mundo de hoy gira a menudo entre los hechos y la verdad, lo que creemos y lo que sentimos, el individuo y la comunidad, o bien la relatividad extrema de la sobreinformación que nos hace estar más desinformados e insensibilizados que nunca. Y, ante esto, el Grec Festival nos debe permitir reflexionar sin renunciar a los aspectos más lúdicos de la escena y propiciar la empatía.
 

Los tres ejes de un festival

Esta transformación de Barcelona en ciudad-festival se consigue gracias a un triángulo único, tres ejes que marcan el funcionamiento y las posibilidades del festival: los creadores que forman parte del tejido artístico de la ciudad o del mundo, el público barcelonés sin el cual no existe el espectáculo y la ciudad misma, que resulta tanto una inspiración como un contenedor singular que, en cada edición, descubre nuevos escenarios.

Danza, teatro, música y circo, un género, este último, que ha mostrado en los últimos años las grandes posibilidades que tiene para atraer nuevos públicos al festival, se combinarán con artes de calle. El intercambio y la coproducción, tanto con agentes locales como del estado o internacionales, será uno de los ejes del festival, que busca la calidad y el riesgo para llevar a los escenarios barceloneses algunas de las muestras más valiosas de las nuevas realidades artísticas del momento.

Grandes espectáculos en grandes recintos, propuestas íntimas para salas de proximidad y grandes montajes al aire libre formarán parte en los próximos años de la programación del festival, de la misma manera que una gran diversidad de formatos: espectáculos cercanos o bien inmersivos, teatro de texto o danza, además de espectáculos multidisciplinarios que encuentren maneras nuevas de conectar con los espectadores.

El Grec de los próximos años, pues, será una programación contemporánea y comprometida que busca convertir Barcelona en una ciudad-festival, pero también en una referencia estatal e internacional. Todo, estableciendo colaboraciones entre instituciones públicas, organizaciones locales y comunidad artística, con una finalidad: ofrecer la experiencia más profunda, de la más alta calidad artística, al público más amplio posible.

El núcleo y corazón del Festival es Montjuic. La energía que desde allí brota llegará a todos los rincones de la ciudad, ya que el festival propondrá en cada edición espacios nuevos en los que reencontrarse con el público. Como era habitual hasta ahora, el Grec mantiene la doble línea de ofrecer a los espectadores de la ciudad una ventana a la mejor creación mundial, pero también potenciar y proyectar el talento barcelonés y, en especial, el que ha nacido en las fábricas y espacios de creación barceloneses. Esta valiosa red de infraestructuras de creación cobrará en los próximos años una relevancia especial, y dará voz, así, a los nuevos creadores de la ciudad.

Como posibles nuevos públicos potenciales del Festival, los muchísimos visitantes que llegan cada día a Barcelona y que se pueden sentir atraídos por espectáculos internacionales o locales que puedan comprender, las familias y especialmente el público joven que está por debajo de los 35 años de edad.

En resumen, se trata de continuar ofreciendo apoyo a los artistas de la ciudad y manteniendo al público al día de las tendencias de la escena mundial, pero también ofrecer una programación que propicie tanto la reflexión como el disfrute.