Ciencia y Universidades

Las enfermedades tienen una influencia directa en la salud mental de las personas afectadas y las de su entorno. Por esta razón, el Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) en el marco del programa Caixa d’Eines del Plan de Barrios del Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de Educación en red, junto con la agencia de comunicación científica Eduscopi, ha puesto en marcha un proyecto de ciencia ciudadana con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y, al mismo tiempo, fomentar las relaciones intergeneracionales. Actualmente, el proyecto está en marcha y se centra en las personas con Parkinson y en fomentar la empatía, el conocimiento de las enfermedades neurodegenerativas y las vocaciones científicas entre los y las adolescentes.

El proyecto cuenta con la participación de nueve personas afectadas por Parkinson de entre 45 y 80 años en diferentes estadios de la enfermedad, tres personas cuidadoras y 30 alumnos de 4º de ESO del Instituto Escola Coves d’en Cimany de Barcelona. En experiencias previas, se ha demostrado que las relaciones sociales y las interacciones pueden conducir a una mejora en el bienestar psicosocial, así como en procesos fisiológicos y físicos de las personas afectadas por la enfermedad. Cómo afirma la Dra. Silvia Enriquez, neuróloga investigadora del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del VHIR, “con este proyecto queremos conocer qué beneficios pueden tener la interacción con los más jóvenes para las personas afectadas por la enfermedad de Parkinson y para sus familias y destacar la importancia de la conexión humana en el tratamiento”.

Los encuentros, cuatro sesiones de dos horas celebradas en la Biblioteca del Carmel – Juan Marsé y en el mismo Instituto, han sido diseñadas por el alumnado teniendo en cuenta las diferentes necesidades de los pacientes. En ellas, los y las asistentes participan en actividades cooperativas tan diversas como realizar pasatiempos, papiroflexia, yoga, baile o actuaciones de magia. Además de las actividades grupales, se realiza una encuesta inicial y final para evaluar el impacto del proyecto en diversos aspectos como las dificultades en las actividades cotidianas, el estado de ánimo y la percepción personal de la enfermedad. Los resultados serán analizados por el alumnado y el equipo investigador para extraer conclusiones y proponer futuras mejoras.

Por otra parte, la iniciativa también espera suponer un beneficio para el alumnado. Al tratarse de un proyecto de ciencia ciudadana con un aprendizaje, se espera implicar a los más jóvenes en la investigación real y promover su cultura científica, además de contribuir a la mejora de su entorno, ofreciendo un acompañamiento a las personas afectadas.

El proyecto forma parte de un programa impulsado por el Plan de Barrios de Barcelona, ​​el Instituto de Cultura y el Consorcio de Educación de Barcelona llamado Caixa d’Eines que apuesta por la introducción de prácticas artísticas y científicas en el currículum escolar, con el objetivo de reducir las desigualdades, articulando la educación formal, la no formal y la comunidad. En los institutos escuela del barrio del Carmel, este programa tiene como objetivo hacer de las STEAM algo vivencial, cercano y accesible por el alumnado, ampliar sus horizontes y ofrecer nuevas formas de aprender y relacionarse con su entorno.