El Teléfono de Prevención del Suicidio que puso en marcha el Ayuntamiento de Barcelona en agosto del 2020 ha recibido más de 3.300 llamadas en su primer año de vida. Este nuevo servicio, gestionado por la Fundación Ayuda y Esperanza, se puso en marcha a raíz de la irrupción de la pandemia de Covid-19 y ante la certeza que esta enfermedad estaba provocando también un agravamiento en la salud mental de la ciudadanía. El número de teléfono (900.92.55.55), gratuito y que funciona ininterrumpidamente 24 horas al día gracias al trabajo de decenas de personas voluntarias, ha experimentado un incremento importante en el número de llamadas que recibe, hasta el punto que actualmente son en torno a un centenar a la semana.
El teléfono funciona principalmente como un servicio de escucha activa y de acompañamiento emocional pero, en aquellos casos en que se detecta el riesgo de un suicidio inminente y/o en curso, se activa el 061 o bien el 112, ha sucedido en 94 ocasiones de las más de 3.300 llamadas atendidas, hasta el punto que se han producido 32 rescates. La utilidad del servicio sin embargo, va mucho más allá, como demuestra el hecho que actualmente cerca del 70% de las llamadas que atiende provienen de fuera de la ciudad de Barcelona.
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional por la Prevención del Suicidio el pasado 10 de septiembre, el Ayuntamiento de Barcelona ha organizado este lunes un acto de reconocimiento a las personas y organizaciones que contribuyen a la prevención del suicidio en la ciudad de Barcelona. Durante el acto, en el cual han participado entre otros la alcaldesa Ada Colau y la concejala de Salud, Envejecimiento y Cuidados, Gemma Tarafa, el consistorio ha entregado un reconocimiento específico a la Fundación Ayuda y Esperanza y a las entidades Después del Suicidio – Asociación de Supervivientes y la Asociación Catalana de Prevención del Suicidio.