En este modelo de acceso a la vivienda no comprarás ni alquilarás, simplemente tendrás la cesión de uso de una vivienda, que puede ser indefinida o para un largo plazo, a cambio de pagar una cuota mensual.

El edificio es propiedad de la cooperativa (como Sostre Cívic, La Dinamo y Per viure) y las viviendas individuales nunca se alquilan ni se compran, sino que cada miembro aporta una cantidad inicial para construir el edificio y paga el llamado “alquiler blando” mensual.

Más información:

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A través del acuerdo con la persona propietaria, permite acceder a una vivienda que necesita rehabilitación con el compromiso de que se hagan obras. Para obtener más información, consulta la guía editada por la Diputación de Barcelona que podrás encontrar aquí.

Incluyen el modelo de la propiedad compartida y de la propiedad temporal. 

En ambas modalidades, la persona que accede a la vivienda (usuaria) lo hace adquiriéndola en un porcentaje (propiedad compartida) o bien por un tiempo determinado (propiedad temporal), y actúa como si en realidad tuviera la propiedad de toda la vivienda. 

Ambas modalidades se encuentran reguladas en el Código Civil catalán. Si quieres saber más, haz clic aquí.

En este modelo, la vivienda se encuentra construida en un suelo que es propiedad de una persona particular, una empresa o la Administración.

Esta parte propietaria cede el suelo a una promotora, que construye el edificio, pero no puede vender la vivienda, porque el suelo sobre el que ha construido no es suyo; solo puede transmitir el derecho de superficie de la vivienda durante el periodo de tiempo pactado. 

Esto hace que esta forma de acceder a la vivienda sea más asequible, y, como los periodos de cesión en superficie de los suelos son muy amplios (en general, 75 años), el modelo es muy estable.