• Ordinario: no tiene límite de tiempo.
• Fijo-discontinuo: pensado para trabajos estacionales o vinculados a actividades de temporada, entre otros casos. Este contrato debe formalizarse siempre por escrito y debe reflejar los elementos de la actividad laboral, su duración y horario. 

Una particularidad que debes conocer: habitualmente conocido como “el llamamiento”, la persona trabajadora recibe una notificación que le avisa de que la actividad se reanuda para empezar a trabajar. Si no responde al llamamiento, se entiende que renuncia a su contrato (como si fuera una baja voluntaria). En cambio, si es la empresa la que incumple y no realiza la notificación, se entiende que la persona ha sido despedida, pudiendo ejercer las acciones pertinentes, como demandar por despido improcedente.

• Por circunstancias de la producción: se utiliza para atender exigencias puntuales del mercado, una acumulación de tareas o un exceso de pedidos dentro de la actividad normal de la empresa. Debe constar la causa o circunstancias que lo justifican y determinarse su duración.
  - Por situaciones imprevisibles: puede durar 6 meses, ampliables a 1 año si el convenio colectivo así lo establece.
  - Por situaciones previsibles: puede durar un máximo de 90 días, pero nunca de forma continuada.
• Por sustitución de persona trabajadora: debe constar el nombre de la persona trabajadora sustituida y la causa de la sustitución y tener una duración relacionada con la causa de la sustitución (sustituir a una persona trabajadora con reserva del puesto de trabajo, completar la jornada reducida de un trabajador o cubrir temporalmente un puesto de trabajo hasta que quede cubierto de forma definitiva con un contrato indefinido).
• Contratos formativos: hay de dos tipos: en alternancia con el trabajo, que como máximo puede durar 2 años, y de obtención de práctica profesional, que puede durar 1 año. No tienen indemnización.

Se considera jornada nocturna trabajar entre las 22.00 y las 6.00 h (o si durante tu jornada hay 3 horas dentro de esta franja). Puedes trabajar si eres mayor de edad y no se pueden hacer horas extras.

Son una ausencia del trabajo con derecho a remuneración, siempre previo aviso y justificación.

Estos permisos se encuentran contemplados en el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores y pueden mejorarse en el convenio colectivo de aplicación.

• Mudanza: tienes derecho a 1 día de permiso por cambio de domicilio.
• Matrimonio o pareja de hecho: tienes derecho a 15 días naturales.
• Fuerza mayor por motivos familiares urgentes: tienes 5 días de permiso retribuido (4 si hay desplazamiento) por enfermedad u hospitalización de familiares de hasta segundo grado de consanguinidad. U horas sueltas.
• Muerte de cónyuge o pariente: 2 días, ampliables a 4.
• Realización de funciones sindicales: el tiempo indispensable.
• Por deberes de carácter público: el tiempo indispensable.
• Realización de exámenes prenatales: el tiempo indispensable.

Aunque el Estatuto de los Trabajadores no incluye permisos no retribuidos, tu convenio colectivo podría establecer alguno. ¡Revísalo para confirmarlo!

• Carta de despido: acredita el motivo del despido y la fecha a partir de la cual ya no tienes que ir a trabajar.
• Finiquito: liquidación de las cantidades pendientes de cobrar (habitualmente, el salario pendiente, y la parte proporcional de las vacaciones no disfrutadas y de las pagas extras, si no estaban repartidas en las nóminas mensuales).
• Certificado de empresa: si tienes derecho a cobrar el paro, es un documento fundamental para determinar las cantidades que te corresponden. Si en los últimos 180 días has trabajado en diferentes empresas, necesitas los certificados de todas ellas. 

Se puede iniciar el siguiente proceso (habitualmente con el apoyo de un profesional): 

• Acto de conciliación: sirve para reunir a las partes (empresa y persona trabajadora) con el objetivo de llegar a un acuerdo. Se presenta ante la Unidad de Mediación, Arbitraje y Conciliación durante los 20 días hábiles posteriores al despido.
• Demanda: si la conciliación no llega a buen fin, se debe presentar demanda ante el juez social en los días que falten para cumplir los 20 anteriormente mencionados.
• Sentencia: una vez celebrado el juicio, el juez de lo social dicta la sentencia, que declara el despido como nulo, procedente o improcedente.

Los sindicatos de trabajadores y trabajadoras son asociaciones de personas formadas con el objetivo de defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Se dedican principalmente a asesorar en este campo, llevar a cabo programas de formación continua y ocupacional, ofrecer apoyo legal y acompañamiento para emprender procesos jurídicos y encabezar reivindicaciones sobre temas laborales, entre otros muchos servicios.

Acudir a un sindicato es una buena opción en caso de que se decida iniciar un proceso judicial con alguna empresa, o bien para reivindicar alguno de los derechos laborales que no se han visto respetados.

Los trabajadores y trabajadoras que se dedican a una misma profesión a menudo se agrupan para defender intereses que les son comunes en asociaciones o colegios profesionales. 

Dirigirse a alguna de estas agrupaciones también puede ser una buena opción para informarse sobre temas concretos que afectan a un mismo sector, así como para recibir apoyo u orientación jurídica.

El comité de empresa es el órgano que representa a los trabajadores y defiende sus intereses colectivos. Se forma en las empresas con 50 o más trabajadores. Si la empresa tiene menos de 50, hay delegados de personal en lugar del comité.

Es importante informarse de si la empresa a la que se pertenece tiene algún representante o grupo de personas elegidas que represente a sus miembros, ya que, en caso afirmativo, es un buen lugar donde poder asesorarse.