El tema de la edición de este año es "luchar contra la desigualdad para conseguir un futuro resiliente", y examina la relación recíproca entre desastres y desigualdad.
Hoy, 13 de octubre, se celebra el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres. Un acontecimiento anual que recuerda la necesidad de impulsar medidas proactivas para evitar el impacto de los desastres siempre que sea posible y mitigarlos cuando sean inevitables. La Asamblea General de las Naciones Unidas designó este día el año 1989 para promover una cultura mundial de reducción del riesgo de desastres.
El tema de la edición de este año es “luchar contra la desigualdad para conseguir un futuro resiliente“, para poner de relieve la relación recíproca entre desastres y desigualdad, y subrayar la necesidad de un compromiso mundial para asegurar que las estrategias sean inclusivas y no dejen a nadie atrás. Se espera que para el año 2030 el mundo enfrente 560 desastres anuales y podría aumentar gravemente el número de personas en situación de pobreza extrema. Por eso, comunidades, gobiernos y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo promueven acontecimientos y actividades para conmemorar este día.
Barcelona, una ciudad resiliente
En este sentido, Barcelona es una ciudad modelo y su esfuerzo continuado le ha merecido un extenso reconocimiento internacional, como ser nombrada, en el 2022, junto con otras ciudades como Gran Manchester, Helsingborg y Milán, Hub de Resiliencia por la iniciativa Making Cities Resilient 2030.
La gestión de este tema en la ciudad se hace desde el Departamento de Resiliencia Urbana y Proyectos Transversales, que dispone de herramientas y metodologías de análisis para mejorar el conocimiento sobre los riesgos que afectan o podrían afectar a la ciudad de Barcelona, identificar las capacidades de las que la ciudad dispone para mitigarlos, afrontarlos o absorberlos con la mínima afectación, así como para evaluar el alcance de su impacto. De entre otras iniciativas, se han creado las Mesas de resiliencia, equipos de trabajo multidisciplinares dedicados al análisis de estos riesgos y la propuesta de acciones para eliminarlos o mitigarlos.
Un ejemplo de acciones concretas para hacer frente a los efectos del cambio climático en la ciudad es la gestión avanzada del alcantarillado y de los depósitos pluviales. Uno de los grandes riesgos a los que tiene que hacer frente la ciudad por la naturaleza de su clima son las lluvias torrenciales. Los efectos de estas pueden ser múltiples: inundaciones, vertidos o efectos sobre la capacidad de las estaciones depuradoras.
Con esta gestión avanzada del alcantarillado, con un seguimiento en tiempo real de la red, se pueden implementar medidas inmediatas para evitar inundaciones en los puntos donde es más necesario actuar. Además dispone de 15 depósitos de retención de aguas pluviales que mitigan las posibles inundaciones y los vertidos.