El nuevo pavimento instalado en el paseo de la Verneda, hecho con plásticos no reutilizables, permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten tanto en la fabricación como en el tratamiento posterior del plástico.
Las estimaciones que se han hecho indican que la fabricación de este nuevo pavimento ha comportado la disminución de 17 toneladas de CO2 respecto de lo que se habría emitido si se hubiera fabricado el pavimento de manera tradicional. Para hacerlo se han utilizado un total de 4.500 kg de plásticos que no se podían reciclar y se les ha dado un último uso. Una cifra que equivaldría a unas 3.000 bolsas domésticas de basura llenas de plástico.
Este nuevo pavimento que se ha colocado en el barrio del Bon Pastor es una prueba piloto que servirá también para evaluar la resistencia al tráfico pesado de este tipo de asfalto. De hecho, este nuevo material que incorpora trazas de plásticos que ya habían finalizado su vida útil tiene una resistencia superior a la de los pavimentos normales y presenta un comportamiento mejor ante el paso de autobuses.
Si la prueba piloto es satisfactoria este tipo de pavimento se instalará en otros tramos de la ciudad. La colocación de este aglomerado se ha hecho conjuntamente con la empresa desarrolladora AMSA y las ingenierías BAC e IM3, adjudicatarias del contrato de mantenimiento de pavimentos de Barcelona.