Edición núm. 104

Urbanismo y género

Justicia de género

Barcelona Metròpolis

Una vida más larga, cambios sociales y económicos que rompen el tejido social y una cultura más individualista son la semilla de un nuevo fenómeno: la soledad en medio de la multitud. Hay que velar por fortalecer y preservar el tejido social, la malla de recursos y relaciones personales y sociales que hacen que las personas reciban calor y protección de la comunidad y puedan compartir con los demás su valor.

Urbanismo y género

Barcelona Metròpolis

La soledad se puede vivir como un placer o un malestar, y también la podemos sentir estando en compañía. Barcelona dispone de múltiples programas de apoyo a las personas mayores. Entrevistamos también a algunos protagonistas y beneficiarios de estos servicios, que muestran que algo tan simple como salir de casa en buena compañía puede ayudar a recuperar las ganas de vivir.

Desde una perspectiva evolutiva se ha definido la soledad como la sed de relaciones sociales. Es una condición psicológica que incluye aspectos emocionales, de malestar y cognitivos, de valorar como insuficiente el apoyo social recibido. La soledad nos habla de la necesidad que tenemos de los demás.

Vivir en soledad no conlleva necesariamente sufrir de ella, pero con el tiempo las redes sociales se deterioran o pierden y se hace sentir cada vez más la exclusión y el aislamiento social. La situación empeora en el caso de las mujeres, la mayoría de ellas con pensiones bajas. Barcelona afronta el problema de la soledad entre las personas mayores con programas de actuación públicos y del tercer sector.

El problema de la soledad se ha agudizado de tal forma en el Reino Unido que el Gobierno del país decidió a principios de año centrar en un solo departamento la lucha contra esa plaga del siglo xxi y creó una especie de ministerio para la soledad.

La esperanza de vida puede variar según el género, el barrio en que se habita, la clase social a que se pertenece, el trabajo que se realiza o la educación recibida. Y una de las condiciones que pueden influir sobre el estado de salud es la soledad.

A lo largo de la vida se dan momentos de soledad liberadora y otros en que, sumergidos en mares de aislamiento no deseado, nos limitamos a tratar de mantenernos a flote. En el caso de una sociedad envejecida como la nuestra, es frecuente que la soledad acompañe los últimos años de una persona.

La comunicación electrónica ha aumentado enormemente la capacidad de interacción con los demás. Pero hay un elemento que marca radicalmente el tipo de relaciones que podemos establecer en el espacio virtual: la ausencia física. Faltan la posibilidad de empatía y todo el conocimiento social y personal que nos transmite el cuerpo.

Sinfonía para una ciudad feminista

Esther Fernández Cifuentes

A Olalla le gusta pasear por los lugares de Atenas donde se forjaron conceptos como ciudadanía o participación para recordarnos cómo podría ser y no es nuestra gastada democracia. El helenista volvió a Barcelona en mayo para presentar su último trabajo, una reflexión sobre la senectud y la sociedad que envejece.

Un futuro diferente es posible

Zaida Muxí Martínez

La okupación del cine Princesa, en octubre de 1996, fue la primera actuación destacada que cuestionaba el modelo Barcelona. La filósofa y activista Marina Garcés traza en su último libro la historia de la amalgama de movimientos que plantearon una crítica radical al modelo y al relato histórico que lo justificaba.

La cooperativa se creó a finales del franquismo para defender a los trabajadores. Hoy tiene siete despachos y más de ochenta socios en la defensa de la parte débil de la relación jurídica, ya sean víctimas del amianto o de abusos bancarios. Sus cruzadas judiciales se dirigen contra las nuevas exclusiones, la creciente precariedad laboral y el retroceso de los derechos y las libertades.

Las primeras iniciativas para situar quioscos en el espacio público barcelonés, para la venta de productos o para cobijar actuaciones musicales, datan de mediados del siglo XIX. Aunque el mérito de la osadía de instalar el primer quiosco de prensa se lo apuntó un diario de tarde nacido en 1888: El Noticiero Universal. Desde La Rambla, los quioscos de prensa se extendieron por toda Barcelona.

Los vendedores de prensa escrita viven años difíciles. En una década han cerrado el 35 % de los quioscos de Barcelona. La crisis y, sobre todo, los nuevos hábitos a la hora de informarse llevan a muchos a bajar la persiana. El sector y la Administración, conscientes del problema, abordan una reconversión necesaria.

Cerca de cincuenta jardines interiores de manzana están abiertos al público en el Eixample. En cada interior de manzana hallamos este reducido microcosmos, con sus particularidades y singularidades. Pero todos tienen en común los espacios de ocio y recreo, la imitación que hacen de la naturaleza y el aislamiento perceptivo, que facilita la interrelación del vecindario.

Una galería internacional al aire libre

Arantxa Berganzo i Ràfols

El Mayo francés cumple medio siglo. La revuelta desató en Cataluña una carrera frenética para demostrar quién era más izquierdista y para relevar al PCE-PSUC como partido revolucionario de la clase obrera. El discurso de la contracultura, por su parte, añadió a la lucha política una dimensión cultural y subjetiva: se sostenía que la revolución debía comenzar por uno mismo.

Tres libros inauguran la colección “Biblioteca Secreta”, tres volúmenes que recuperan personajes necesarios de la Barcelona más underground. Pep Gómez escribe sobre Pepe Otal, Joan Vinuesa narra su viaje a la India y Xavi Cot explica qué fue el Cuc Sonat.

Comanegra celebra los doscientos años de la novela de Mary Shelley con siete nuevos títulos en los que está presente el monstruo y que se ambientan en grandes momentos vividos en la ciudad.

Retorno al Chino

Lilian Neuman

La clínica donde nací se convirtió en un asilo de ancianos, luego en un espacio vacío y al final la okuparon y desalojaron. Pero no la han derribado.